jueves, 28 de junio de 2012

JESÚS EL PAN DE VIDA


TEMA: “JESÚS EL PAN DE VIDA”
TEXTO BÍBLICO: "SAN JUAN 6: 35"

INTRODUCCIÓN:
Sin duda alguna vez en su vida se ha visto en una necesidad que rebasaba con mucho su capacidad para satisfacerla. Casi todos hemos pasado por necesidades que al principio nos han parecido imposibles de resolver. Nuestra respuesta inicial ante estas situaciones puede haber sido la ansiedad el pánico o el temor. Sin embargo, después de orar sobre la situación el Señor nos ha calmado el corazón y satisfecho la necesidad usando medios naturales o sobrenaturales (o ambos) siempre debemos tener presente cuando enfrentemos a necesidades, que Dios sabe lo que necesitamos aún antes de lo que pidamos. Dios quiere satisfacer esas necesidades por medio de nuestro Señor y según su volunta.

En la reflexión de hoy veremos una gran necesidad que Jesús realizo de manera milagrosa: La alimentación de los cinco mil. Este es el único milagro que es narrado en los evangelios. Esto indica su importancia no solo en su marco inmediato, sino en las lecciones permanentes que presenta

Examinemos:


I. UNA PROVISIÓN MILAGROSA. (Juan 6:1-9)

A. El encuentro con la necesidad

1. Las multitudes buscaban a Jesús para escucharlo porque eran las señales que hacía en los enfermos.
2. La tarde llegó y con ella la necesidad.
3. La necesidad era tan grande que se necesitaba un milagro (San Juan 6:7)

B. UNA NECESIDAD SATISFECHA. (San Juan 6:10-14)


1. Jesús utilizó pequeños y limitados recursos para hacer su milagro (cinco panes y dos pececillos
2. Jesús organizó a las multitudes en pequeños grupos (San Marcos 6:39)
3. Jesús tomó los panes y los pececillos los bendijo y los repartió a sus discípulos para que ellos los repartieran a los diferentes grupos (Juan 6:11) en, ese ambiente el milagro se realizó. (5,000 personas fueron saciadas)(Juan 6:1 2)

II. UNA REACCIÓN PELIGROSA. (Juan 6:15)

A. La reacción de la multitud ante el milagro de Jesús fue desconcertante. Quería tomarlo por la fuerza para hacerle rey. (Juan 6:15) sin la menor duda, no era eso lo que el padre quería. Así que Jesús no permitió que lo hiciera

III. UNA COMPRENSIÓN DEFECTUOSA. (Juan 6:34-40)


A. La motivación de la multitud no era la única dudosa, sino que también la comprensión de lo que Jesús estaba tratando de decir: El pan de Dios es el que vino del cielo. (V. 33.)
Ellos respondieron. “Danos siempre este pan” (V. 34) Los Judíos estaban pensando de una manera literal, mientras que Jesús hablaba en sentido metafórico. “Yo soy el pan de vida” (6:35).

IV. UNA PROMESA MARAVILLOSA. (Juan 6:45-51)

A. “El que cree en mi tiene la vida eterna” (V. 47)
B. “Yo soy el pan de vida” (v. 48)
C. Soy la satisfacción del alma.

CONCLUSIÓN:

Dos fueron las reacciones Unos rechazaron esta verdad y no volvieron más, otros reconocieron que no había otro camino: “¿A quién ¡remos?” te pregunto en esta hora:
¿Qué respuesta le darás tu a Jesús?
¿Seguirás con necesidad interior o te saciaras de la presencia del Señor?.

Autor: Pastor Walter Valle

martes, 26 de junio de 2012

DEL AFAN A LA CONFIANZA


Definición: El afán condenado en la Biblia es la ansiedad que resulta cuando no podemos controlar una situación. Si estamos en control, no nos afanamos, pero cuando perdemos el control, nos llenamos de temor, de ira, y de ansiedad. Este es el afán que nos atormenta, roba nuestra paz, y produce trastornos dentro de la familia.

A. LAS CONSECUENCIAS DEL AFAN.

1. Consecuencias físicas: dolor de cabeza, problemas gástricos, tensión alta, problemas cardiacos,

dolores musculares, trastornos con relación al sueño, cansancio.

2. Consecuencias emocionales: estrés, depresión, ira, mal genio, temor, angustia.

3. Consecuencias sociales: El afanado muchas veces trata de dominar a otras personas o manipularlas para aliviar su estrés. Lo hace por medio de la ira, la autocompasión, la queja, y/o la crítica. El afanado sufre rechazo por su misma manera de ser, y esto multiplica su ansiedad.

4. Consecuencias espirituales: dudas del amor y/o el poder de Dios, se siente lejos de Dios, desgano espiritual.

B. VICTORIA SOBRE EL AFAN: TENER EN CUENTA A DIOS. 
                                                                     (Filipenses 4:5)

“Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca”.

1. Gentileza quiere decir: Ser razonable. Ser equitativo. Estar dispuesto a escuchar el punto de vista de otros.

2. El Señor está cerca de nosotros de dos maneras:

• Está a nuestro lado para escucharnos, socorrernos, y guiarnos (Juan 14:16 y Mateo 28:20).

• Su venida puede suceder en cualquier momento.
 (Mateo 24:36 y 1ª a Tesalonicenses 4:16-18).

C. VICTORIA SOBRE EL AFAN: ENCOMENDAR EL PROBLEMA A DIOS.                               
(Filipenses 4:6) 

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”.

1. Tenemos que reconocer que el afán es pecado. Dios nos manda a no afanarnos.
 (Véase Mateo 6:25.) 
El afán ansioso es pecado porque muestra desconfianza en el amor y/o el poder de Dios.

Habiendo reconocido el afán como pecado, tenemos que confesarlo y dejarlo. (1ª de Juan 1:9)

2. Llevamos el problema a Dios con todos sus detalles 
(oración y ruego). Le contamos nuestros temores, expresamos nuestra preocupación, y le llevamos nuestro dolor. No le decimos cómo solucionar el problema, sino lo entregamos en sus manos para que él lo solucione a su manera y en su tiempo.

3. Por la fe damos gracias a Dios por la respuesta. Haciendo esto, expresamos nuestra confianza en el amor, el poder, y la sabiduría de Dios.

4. Repetimos este proceso las veces que sean necesarias, y descansamos en el Señor.

D. TRANQUILIDAD SOBRENATURAL.   (Filipenses 4:7)

“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”

1. El resultado de entregar la ansiedad a Dios es paz sobrenatural.

2. La paz de Dios guarda nuestras emociones turbadas (el corazón).

3. La paz de Dios guarda nuestros pensamientos inquietos.
Nota: (Debemos entender que a veces nuestras emociones necesitan tiempo para tranquilizarse. El mismo Señor Jesús oró por tres horas en el huerto de Getsemaní antes de lograr estar sosegado ante la prueba que le enfrentaba. No debemos sentir culpa si tenemos que orar una y otra vez por el mismo problema. Dios nos conoce, y responderá en su tiempo y a su manera.)

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Por Susan Seiferling
Usado con permiso

LAS 7 MARAVILLAS DEL MUNDO